En silencio, pero con dedicación, un grupo de mujeres que portan la bandera de la resiliencia y que con una pelota en los pies le demuestran al mundo que los sueños no tienen límites.
Catorce mujeres de distintos lugares del país conforman la preselección Colombia que adelanta su preparación con miras al primer Mundial Femenino de Fútbol de Amputados, que tendrá como sede a Barranquilla en el mes de noviembre.
El certamen, organizado por la WAFF (World Amputee Football Federation) y que cuenta con el apoyo de la Federación Colombiana de Fútbol de Amputados, será una realización deportiva de mucha trascendencia en América y el mundo.
Sin lugar a dudas, la realización de este evento marcará un hito importante en la historia del deporte local, nacional e incluso internacional, dejando bien posicionada a Barranquilla como capital deportiva de nuestro país. Esto es posible, gracias al irrestricto apoyo brindado por el Distrito, dándole gran protagonismo a la inclusión en el deporte y de manera especial, para el sector discapacitado.
El fútbol de amputados tiene 40 años de existencia y hoy existen 64 países afiliados, en los que figuran han hecho ocho mundiales masculinos.
En la actualidad, el futbol de amputados cuenta con el acompañamiento durante cuatro años del presidente de la Fifa, Gianni Fantino, quien desconocía esta práctica, para lograr llevar este deporte para ser Paralímpico.
El torneo irá del 2 al 11 de noviembre. Ya hay 10 países confirmados y parece que están por confirmar Ecuador, Camboya, India y otro país de Asia. Será un mundial que fácilmente puede tener 16 selecciones que van a mostrar la resiliencia del ser humano, el empuje de estas mujeres que son héroes de vida, porque detrás de cada una de ellas hay una historia de gran superación.
A Barranquilla vendrán mujeres de Ucrania, que sufrieron amputaciones por el fenómeno de la guerra; de Haití, muchas de ellas amputadas a propósito y que se pudieron escapar a Estados Unidos, donde se han preparado para esta cita orbital, entre muchas otras delegaciones.
El Mundial será una gran oportunidad para Colombia y Barranquilla de ratificar su experiencia y preparación para grandes realizaciones deportivas, pero además para enaltecer la práctica de un deporte que aunque para muchos pareciera difícil e imposible, para ellas, las protagonistas será una maravillosa oportunidad de vida.